Las relaciones de pareja son etapas hermosas que muchos tienen la bendición de experimentar, pero no menos cierto es que para muchas otras personas terminan siendo períodos conflictivos, dolorosos y difíciles de vivir.
Siento que el problema nace principalmente de la concepción errónea y estereotipada del amor, haciendo que tanto hombres como mujeres se vuelvan víctimas de sus propias creencias y fantasías. Por otra parte, nos hemos vuelto esclavos de nuestro pasado y futuro evitando así disfrutar de la relación HOY.
Desde pequeños, nuestros padres nos han enseñado este mundo de las relaciones en base a sus propias vivencias. También nos alimentamos de lo que consumimos en la literatura, películas, series, publicidad, moda y redes sociales.
El amor está muy relacionado con el apego, la necesidad y la incondicionalidad y si llevamos estas palabras a su significado literal, ninguna de ellas se asocia con amor. El apego y la necesidad es muestra de carencia, ausencia, querer cubrir un vacío emocional, e incondicional es algo sin condición. Decimos que amamos incondicionalmente sin percatarnos de que tenemos una lista de requisitos y pendientes hacia nuestro amado.
Todos estos patrones son los que erróneamente van formando nuestra idea de relación y cuando llegamos a tenerla comienza la escalada de decepciones y deseos sin cumplir.
Ahora bien, estoy convencida que las relaciones son unas de las etapas más maravillosa de la vida, por eso ¡sé que es posible tener relaciones saludables!
¿Cómo podemos crear vínculos que funcionen?
Se tú la persona que quisieras tener a tu lado.
Comienza amándote, conociéndote. Refuerza tu autoestima. Invítate a salir, a realizar tus hobbies y llenarte de alegría. Sé dichoso por ti mismo, que no te de miedo la soledad.
¡Ámate! Al final, la persona adecuada se reflejará en ti.
Cambia los pensamientos y decodifica la información que manejas hasta ahora acerca de las relaciones.
Ten una idea realista acerca de las parejas y el amor. Modifica las frases despectivas o negativas que hasta la fecha conoces y vuélvelas mantras positivos. Te dejo dos de las frases más usadas en las relaciones que puedes comenzar a conectar de manera positiva:
Sustituye “Es difícil vivir en pareja” por “agradezco la oportunidad de poder crecer y seguir aprendiendo de la vida junto a la persona que amo”.
Sustituye “Me molesta que mi pareja sea tan …” por “sé que cada situación que me molesta es el reflejo de aquello que requiero mejorar en mí”.
Las relaciones no vienen a tu vida para hacerte feliz.
Vienen para enseñarte y sanar. Sé consiente de que cada persona que pase por tu vida es la persona que requieres para aprender en ese momento. Tú eres el responsable de tu propia felicidad.
Sana el pasado.
Una relación saludable es aquella donde ambos estén dispuestos a amar como si nunca antes hubiesen sido heridos, sin temor de revivir experiencias anteriores.
Toda relación tiene fecha de caducidad.
Esto es muy importante, porque muchos no entendemos cuando una relación se acaba. Nos dicen que “hay que amarnos para toda la vida” y cuando eso no ocurre, vuelve la decepción y el dolor a nosotros. Y la verdad es que a ciencia cierta nunca sabremos qué pasará en el futuro. Puede que esa fecha de caducidad sea la muerte, pero también está la opción de que no ocurra así y está bien. Aceptemos las posibilidades sin aferrarnos a ella.
Toma la decisión de no tomar decisiones.
Preocuparnos tantos por un futuro que todavía no llega es inútil. No lleves cada detalle de la relación con fechas exactas y muchas metas por cumplir. Planifica de manera general y ve siendo más específico cuando ya como pareja estén preparados para cumplir una meta deseada. La relación es algo vivo, algo que día a día cambia y que requiere de tu completa atención en el ahora para nutrirla.
Silencia tu ego y escucha tu corazón.
Estoy convencida de que el 90% de los conflictos en general nacen del ego. Todo juicio e interpretación de las situaciones entre buena o mala, justa o injusta, viene del ego y en realidad lo que ves a través de los demás es lo que necesitas aprender de ti mismo.
Sé consciente de tus sentimientos, de tu amor hacia tu pareja. La mejor estrategia ante el ego es el amor sabio, esa sabiduría del corazón. Perdónate una y otra vez las veces que sientas con tu ego. No te juzgues, más se consciente de tus sentimientos y vuelve a tu estado de amor. Regálate la oportunidad de ver a tu pareja con ojos de amor.
Vive tu relación hoy.
Agradece tu relación. Pon tu atención plena en cada momento en pareja. Sé consciente de que se trata de un aprendizaje diario en donde tu pareja es espejo de lo mejor y peor de ti, invitándote a sanar y a crecer a nivel personal.
Las relaciones saludables son posibles.
Sé protector de tu relación, protégela de tu ego y construye día a día el amor.
Mereces ser amado plenamente, nunca dudes de ello.