¿Has escuchado hablar sobre la energía femenina y masculina? Desde la visión del yoga, ambas son energías poderosas que rigen el universo y a todos los seres que habitan en él. Estas polaridades nos recuerdan que cada cosa que existe tiene su opuesto o su complemento, así como el yin y el yang en el taoísmo.
Ambas energías están representadas en el mundo material y espiritual a través de cosas tangibles e intangibles, por ejemplo, podríamos asociar la energía femenina con el yin, la luna, el color negro, el elemento agua, lo sutil, la calma, la vulnerabilidad, la empatía, sensualidad, entre muchas cosas más.
En el caso de la energía masculina, podemos asociarla con el yang, el padre sol, el color blanco, el elemento fuego, el dinamismo, la productividad, la lógica, precisión, entre otras representaciones.
Finalmente, una vez entendidos ambos conceptos, ¿qué pasaría si te dijera que todos los seres estamos compuestos por energía femenina y masculina? ¡Pues sí! Y la idea es poder tener el balance de ambas, aunque normalmente tendemos a inclinarnos más a una en específico por el estilo de vida que llevamos, las decisiones que tomamos y la manera en la que decidimos vivir nuestro día a día.
Si bien lo ideal es llegar al balance de ambas polaridades, nos encontramos en un mundo que se mueve, en su mayoría, por la energía masculina. Esto no tiene nada que ver con los conceptos de machismo o feminismo, más bien con las áreas de nuestra vida que nos hemos enfocado en desarrollar; vivimos en una sociedad que se desvive por el trabajo, el rush del día a día, la competencia y la lógica, nunca tenemos tiempo para tomar una pausa y reconocer lo que estamos creando o manifestando. Entonces ¿cómo podríamos hacer un espacio para abrirnos al tan anhelado balance que nos merecemos?
Permite que la energía femenina sea parte de ti. Tomando una pausa consciente y comenzando a entender que no somos máquinas, pues también somos seres creados por la divinidad, que estamos abiertos a la vulnerabilidad de la experiencia humana y de lo que la vida nos pone en el camino. Somos lo sutil que nos rodea, la creatividad, flexibilidad y un mar de emociones que, con el tiempo, aprenderemos a entender para evolucionar y mejorar la conexión con nosotros y con los que nos rodean.
Este mes honramos a la mujer, a nosotras, el gran símbolo de la feminidad, y es por eso que quiero hablarles de cómo nutrir e integrar la energía femenina en la vida cotidiana. Les comparto algunas acciones que me han ayudado a ser más vulnerable y a honrar el despertar que cada día me invita al balance:
1.- Toma una pausa consciente: no todo es trabajo y correr de aquí para allá. ¡Aunque no lo creas! Tomar pausas conscientes en la vida diaria nos ayuda a conectar con nuestro ser y a conocernos: lo que nos sucede, lo que nos gusta o no nos gusta, nuestros límites, lo que necesitamos sanar y la calma que nos conduce a la certeza.
2.- Practica una actividad que te equilibre: si tu día a día es agitado, trata de buscar una actividad que te guste y que también te invite a la pausa activa. Por ejemplo: una práctica de meditación o de yin yoga son ideales para bajar las revoluciones de la vida cotidiana, también puedes pintar, dar un paseo al aire libre, cualquier actividad que te permita conectar contigo.
3.- Expresa tu creatividad: la energía femenina es sinónimo de creación infinita. Somos capaces de gestar y dar a luz proyectos, ideas, planes a corto, mediano y largo plazo. Entonces, tomando esto como un punto de partida ¡desarrolla tu creatividad! Pon en práctica todo lo que te ayude a nutrir y compartir con otros tu potencial creativo: baila, canta, enseña, lee un libro, crea una rutina mindful, lo que te funcione mejor. Lo importante es que siempre tengas presente que tu potencial es infinito.
4.- Hónrate cada día: conecta contigo a través de la energía del amor incondicional y compasivo. Si trabajas en la relación que tienes contigo, también trabajas en la relación que tienes con los que te rodean y con la vida misma. Reconoce que eres inmenso, que tienes mucho para dar y un espacio grandísimo para permitirte recibir todo lo bonito que la vida tiene para darte. Practica afirmaciones positivas cada día, reafírmate que eres un ser absoluto y maravilloso.
5.- Disfruta tu sexualidad: conecta con el placer que eres merecedor de dar y recibir. Conócete, siéntete libre de expresar lo que te gusta, lo que te mueve; conecta con las sensaciones que te elevan y con otros también, aprecia tu sensualidad y permítete ser apreciado. Cuando reconoces el placer sexual, también reconoces el placer de la vida entera y te lo gozas, pues entiendes que esta energía es potencialmente creadora y es así como tú creas y manifiestas todo lo que eres aquí y ahora.
Hónrate siempre, ábrete a ser vulnerable y confía en que estamos sostenidos por todo lo bonito de la vida. Haz espacio para la magia que te mereces, sin importar tu género.
Este mes celebramos a la mujer, pero para mí, nos celebramos TODOS cada día porque somos seres maravillosos y completos. Hoy y cada día mantente abierto a que la vida te sorprenda.
